domingueroenelmonte: noviembre 2011

Fecha: 12 de Octubre de 2011
Punto de partida: parking de Portalet
Desnivel: 1100mt
Material necesario: cuerda de 60mt

La ascensión al Midi es una ascensión recomendable para todo el mundo que ande en el monte y controle un poco de cuerdas por si toca rapelar en algún momento.

Nosotros tuvimos suerte porque elegimos para realizarla el día del pilar, esto quiere decir que no nos juntamos con ningún francés y con muy poca gente de este lado de la frontera. El problema y mayor peligro precisamente es la gente que lo sube. Las grandes colas que se suelen formar en las diferentes chimeneas, tanto para subir como para bajar es lo que hace que se demore el tiempo de la ascensión y del descenso.

El coche se aparca en el parking del Portalet, poco después de la frontera. Es evidente por la cantidad de coches que suele haber.

De aquí tomamos la senda que se dirige hacia un puente el cual lo cruzamos y seguimos ascendiendo por dicha senda hasta el refugio de Pombie, 2030mts.

Hasta aquí llevamos andada una hora y cuarto y aprovechamos para tomar un poco de agua y sacar unas fotos al lado del lago y debajo de la majestuosa mole. Seguimos la senda como si fuéramos a bordearlo por la derecha hasta llegar al collado de Suzón, 2130mts. Aquí las vistas son bastante elegantes, Palas, Balaitous, Frondiellas, …. Nosotros tomamos la loma hacia la izquierda en dirección a nuestro objetivo. Una vez llegamos a el lo primero que vemos es una placa en la pared de un fallecido, hay que tener en cuenta que la primera chimenea está a la izquierda de esta.

Nosotros tuvimos el gravísimo error de seguir a tres que iban por delante y se metieron por otra especie de chimenea que hay a la derecha y es por donde suele bajar la gente cuando la principal esta aglomerada. Un gran error como digo, mucha piedra suelta y un susto bastante majo. Pero bueno, todo quedó en susto y en un pequeño corte en la muñeca de alguna. Nos costó bastante pasar por aquí ya que tuvimos que sacar cuerda para asegurar la subida.

De aquí a la segunda seguir los mojones que nos marcan el camino. En esta toca esperar un poco. La subimos un poco más a la derecha de lo que es más evidente, muy buenos agarres pero un poco más expuesta. También sacamos la cuerda para asegurar la subida de algún integrante del grupo.

Una vez rebasada como en la anterior, seguir los mojones hasta la tercera. Esto ya no se puede llamar chimenea, una trepada de grado I que requiere la ayuda de las manos. Cuando llegamos arriba nos encontramos con una gran cruz metálica que la tendremos que tener muy en cuenta a la hora de bajar, ya que nos indica el único camino de bajada sencillo. Una equivocación = marrón seguro.

Que nadie se piense que ya estamos en la cima porque aún nos queda una media hora larga de dura subida por piedra muy suelta. Nos dirigimos a las grandes y negras piedras que vemos arriba. Así llegamos a una especie de ante cima y luego por una pequeña y fácil arista a la cima.

Compartimos cima con unas diez personas solamente.

Aprovechamos el magnífico y despejado día que se nos presta para almorzar tranquilos y disfrutas de las amplias vistas.

La bajada como ya he dicho antes la hacemos en busca de la cruz del portillón. La encontramos y tomamos el descenso ayudándonos de las manos. Vemos las anillas para rapelar pero como no hay gente y el día nos deja pasamos de ellas.

En la segunda chimenea si que montamos rápel, antes de bajar todos dejamos pasar a un grupo de maños y así que vallan montando el último rápel y adelantar un poco.

Para cuando llego yo a la última chimenea que soy el último ya hay gente apunto de bajar. Este también lo hacemos sin ningún problema.

De aquí al coche poco más de hora y media.

Al final hicimos la ascensión todos los que íbamos ya que en más de una ocasión alguna se planteó la posibilidad de darse la vuelta.

El día lo terminamos como siempre, con una buena jarra de cerveza en las manos.

el cielo es de verdad, no había ni una nube